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11 febrero 2013

¿Cómo Orar en el Nuevo Pacto?


Cuando oramos conforme a la verdad presente en el Nuevo Pacto, mostramos que estamos alineados con Su Propósito Eterno; en otras palabras, su Reino se manifiesta a través de nosotros. Debemos orar a Dios con base en Su Palabra, expresando Su voluntad en lo que Él ha hablado. Cuando Dios le dio al ser humano dominio sobre la tierra, Él le dio la libertad de legalmente funcionar como su autoridad. No obstante, debemos recordar que ningún ser humano puede funcionar apropiadamente o alcanzar todo su potencial fuera de la voluntad de Dios, porque fuimos diseñados para movernos en alineación con los planes de Dios. Así como el creador de un producto sabe cómo lo diseñó para que funcionara, Dios sabe cómo nosotros debíamos funcionar, y ha provisto ese conocimiento en Su Palabra. Por consiguiente, como ya hemos visto, la clave para la oración eficaz yace en el entendimiento del propósito de Dios en general y como individuos en particular, el cual, siempre nos va a conducir (el propósito de Dios) a la gloriosa manifestación de Su Reino. De esta forma, la voluntad de Dios llega a ser la autoridad de nuestras oraciones: “Y, como sabemos que él nos oye cuando le hacemos nuestras peticiones, también sabemos que nos dará lo que le pedimos” (1 Juan 5:15 - NTV). La verdadera oración manifiesta lo que Dios ya ha propuesto y predestinado. El propósito de Dios debe ser tanto la motivación como el contenido de nuestras oraciones. En otras palabras, El propósito de Dios es la "materia prima" de la oración. Sin la Palabra de Dios, nuestras oraciones no tienen fundamento. Éstas estarían basadas meramente en nuestras opiniones, deseos y sentimientos, y no en "la eterna y viviente Palabra de Dios" (1 Pedro 1:23). Tales oraciones son insuficientes para efectuar un cambio.
Todo el poder de Dios está a la disposición de la persona que efectivamente ora. Dios quiere usar Su poder en el mundo; sin embargo, para que Él lo haga, nosotros debemos entender cómo apropiarnos de Su Palabra al pedirle cualquier cosa en oración, y decretar proféticamente por el Espíritu la manifestación poderosa de Su Reino en cada una de las áreas que se nos muestren:
“Y el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios. Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos. Y, después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él. Y, una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él. Y, luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria” (Romanos 8:26-30).
A pesar de que la oración, en realidad, es muy simple, puesto que es enunciar la Palabra de Dios exactamente como Él nos la dio, hay quienes han asumido una actitud religiosa y conformista al respecto, concibiendo a la oración como el momento en donde le damos a Dios nuestra lista del mercado o de quejas. No obstante, por su sublime gracia, a nosotros se nos ha revelado cómo debemos orar conforme al pacto vigente: con una mentalidad de gobierno, proclamando la verdad presente en la Palabra de Dios, y decretando proféticamente para este tiempo lo que el Espíritu dice, manifestando así Su Reino... Así que:
“Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión…” Efesios 6:18

4 comentarios:

Eduin Fernández Barroeta dijo...

La gracia regeneradora pone a orar a la gente...

Eduin Fernández Barroeta dijo...

Así es, mi hermana Sulma! La religión se ha encargado de convertir la oración en una pesada carga... Nuestra oración como ministros competentes de un nuevo pacto es para que se pueda revelar al Cuerpo de Cristo el poder que hay en orar sin cesar. Bendecida siempre y en todo!!!

Unknown dijo...

Muy buena esta palabra como plan. para nuestras vidas cristianas y cotidianas BENDICIONES

Unknown dijo...

Si permaneceis en mi y mis Palabras permanecen en vosotros, pedid lo que querais y os será hecho. Juan 15:7