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26 febrero 2013

Salmo 40:9

Dios mío, tú bien sabes que no he guardado silencio. Siempre he dicho que eres justo. A todo el mundo le he dicho que tú eres fiel y salvas. No le he ocultado a tu pueblo tu gran fidelidad. 

1 comentario:

Eduin Fernández Barroeta dijo...

Debemos valorar los privilegios del pueblo de Dios tanto por nosotros mismos como por nuestros hijos, por sobre toda otra ventaja.