Buscar...

27 enero 2014

26 enero 2014

Filipenses 3:12-16

No quiero decir que ya llegué a la perfección en todo, sino que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues esa es la razón por la cual Jesucristo se apoderó de mí. Hermanos, no considero haber llegado ya a la meta, pero esto sí es lo que hago: me olvido del pasado y me esfuerzo por alcanzar lo que está adelante. Sigo hacia la meta para ganar el premio celestial que Dios me ofreció cuando me llamó por medio de Cristo. Todos los que ya poseemos una fe madura, debemos pensar de esta manera. Si en alguna cosa ustedes piensan de otro modo, Dios les hará ver esto también. En todo caso, sigamos viviendo de acuerdo a la verdad que ya hemos alcanzado. 

24 enero 2014

1 Timoteo 4:14

¡Oh, qué tan generoso y lleno de gracia fue el Señor! Me llenó de la fe y del amor que provienen de Cristo Jesús.

22 enero 2014

1 Corintios 14:21-33

Así dice en las Escrituras: "Por la gente que habla otras lenguas y por los labios de los extranjeros le hablaré a este pueblo, pero ni aun así me harán caso". Eso es lo que dice el Señor. Así que el hablar en lenguas es una señal para los que no son creyentes, no para los que tienen fe. Pero el comunicar mensajes proféticos es una señal para los que tienen fe, no para los que no son creyentes. Supongamos que todos los de la iglesia se reúnen y comienzan a hablar en idiomas desconocidos. Si en ese momento entra gente de afuera, o llegan algunos que no creen en Cristo, van a pensar que ustedes están locos. En cambio, si todos comunican mensajes proféticos, y entra un no creyente o una persona común y corriente, él mismo quedará convencido y se examinará al oír lo que todos están diciendo. Los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre ustedes. Ahora bien, mis hermanos, hagamos un resumen. Cuando se reúnan, uno de ustedes cantará, otro enseñará, otro contará alguna revelación especial que Dios le haya dado, otro hablará en lenguas y otro interpretará lo que se dice. Pero cada cosa que se haga debe fortalecer a cada uno de ustedes. No más de dos o tres deberían hablar en lenguas. Deben hablar uno a la vez y que alguien interprete lo que ellos digan. Pero, si no hay nadie presente que pueda interpretar, ellos deberán guardar silencio en la reunión de la iglesia y hablar en lenguas a Dios en forma privada. Y si algunos hablan de parte de Dios, que sean sólo dos o tres personas. Los demás deben prestar atención, para ver si el mensaje es de parte de Dios o no. Pero si alguno de los que están sentados recibe un mensaje de Dios, el que está hablando debe callarse y dejar que la otra persona diga lo que tenga que decir. Porque todos pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados. La persona que hable de parte de Dios podrá decidir cuándo hablar y cuándo callar. Pues Dios no es Dios de desorden sino de paz, como en todas las reuniones del pueblo santo de Dios. 

20 enero 2014

¿"El Reino" es una moda?

El Nuevo Testamento registra 137 referencias «al reino», y más de 100 de éstas durante el ministerio de Jesús. También toda su enseñanza y su prédica como Mesías giran alrededor de este tema. ¿A qué se refiere «el reino»? Se refiere al gobierno soberano de Dios en el universo, manifestado claramente con la entrada del largamente esperado Ungido: El Mesías profetizado. Al declarar que el reino «se ha acercado» (Mateo 3:2), Juan anunciaba que el gobierno de Dios se había acercado, porque el Rey estaba aquí, y su presencia significaba una nueva era, por cuanto el reino de las tinieblas sería confrontado, y la muerte, privaciones, enfermedad y destrucción serían derrotados (en la cruz), como años después lo narró el apóstol Pablo a los Colosenses (2:13-15):

"Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados.
Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz.
De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz".
Entonces definitivamente, el "Reino de Dios" no es una moda que hay en este tiempo (porque a algunos les ha dado por hablar mucho del tema), sino que es la realidad que vivimos día a día, personas comunes y corrientes, a quienes el Señor ha querido revelarnos Su Gracia por su absoluta y admirable Soberanía, posicionándonos en lugares de autoridad en Su Reino.

"Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor (verdadero) conocimiento de El" (Efesios 1:17).  



19 enero 2014

1 Corintios 3:7-8

No importa quién planta o quién riega, lo importante es que Dios hace crecer la semilla. El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo. 

15 enero 2014

Gálatas 4:1-7

Piénsenlo de la siguiente manera: si un padre muere y deja una herencia a sus hijos pequeños, esos niños no están en mejor situación que los esclavos hasta que se hagan mayores de edad, a pesar de que en verdad son dueños de todas las posesiones de su padre. Tienen que obedecer a sus tutores hasta que cumplan la edad establecida por su padre. Así también nosotros, mientras éramos niños, estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas elementales del mundo. Pero cuando llegó el momento oportuno, Dios nos mandó a su hijo, que nació de una mujer y vivió bajo la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos. Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: «Papá, querido Papá». Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios. Y, como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero. 

14 enero 2014

¿Quién era la Esposa de Caín?

Todo ser humano es descendiente de un hombre y una mujer (Adán y Eva). En Génesis 3:20 leemos: "… El hombre —Adán— le puso a su esposa el nombre Eva, porque ella sería la madre de todos los que viven", pues en hebreo, el nombre “Eva” y la palabra que significa “vida” o “viviente” tienen un sonido semejante. En otras palabras, todas las personas, excluyendo a Adán, somos descendientes de Eva.
Ahora bien, Caín fue el primer hijo de Adán y Eva (Génesis 4:1). Él y sus hermanos: Abel (Génesis 4:2) y Set (Génesis 4:25) fueron parte de la primera generación de hijos que nacieron en esta Tierra. Aunque estos tres varones son específicamente mencionados, Adán y Eva tuvieron otros hijos. En Génesis 5:4 leemos: "Después del nacimiento de Set, Adán vivió ochocientos años más y tuvo otros hijos e hijas". En el sentido más general, todos los seres humanos nos relacionamos a través de Adán y Eva. La humanidad es una familia formada de una carne y una sangre. La Escritura no dice cuántos hijos tuvieron Adán y Eva; sin embargo, considerando sus largas vidas (Génesis 5:5), ¡sería lógico sugerir que fueron muchos!
Cuando sólo existía la primera generación, necesariamente hermanos tuvieron que casarse con hermanas, pues de no ser así, ¡no fuesen habido más generaciones! No se nos dice cuándo Caín se casó, o muchos de los detalles de otros casamientos e hijos; no obstante, podemos decir con seguridad que la esposa de Caín fue un pariente cercano, descendiente (por supuesto) de Adán y Eva.
         En esa época primitiva aún no existían las enfermedades, ni los males hereditarios, como ocurre ahora. Es por eso que, no sólo Caín, sino también los otros hijos de Adán pudieron contraer matrimonio con sus hermanas, primas, sobrinas, entre otras, pues dice Pablo en Hechos 17:26: “De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra…”. Otra posible traducción es: “de un solo origen”. Algunos manuscritos dicen “de una sola sangre”.
Vemos, pues, que la Biblia no se equivoca, ni se contradice. 2 Timoteo 3:16 nos dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad…”. La Biblia no es una colección de historias, fábulas, mitos o simplemente ideas humanas acerca de Dios. No es un libro humano, y la prueba más fehaciente nos la da la ciencia moderna, la cual nos confirma la veracidad eterna de la Palabra de Dios.

Fuentes Consultadas: Nueva Traducción Viviente, La Biblia de Las Américas comentada, Biblia del Diario Vivir, Biblia Dios Habla Hoy, www.answersingenesis.org

08 enero 2014

2 Tesalonicenses 3:6

Hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo les recomendamos que se aparten de cualquier hermano de conducta desordenada y en desacuerdo con las instrucciones recibidas de nosotros. 

Talento y Determinación

Michael Jordan es reconocido como uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos.  Sin embargo, no siempre fue así.  Durante su segundo año de preparatoria en Carolina del Norte, Jordan no jugó con el primer equipo.  Leroy Smith (que nunca jugó en la NBA) ganó la posición.  Como consecuencia, Jordan jugó en el segundo equipo. El entrenador Fred Lynch comentó: "No estuvo de mal humor...  Empezó a trabajar más, y mejorar su juego... Si en algo le sirvió, era forzarle a tener más determinación". Ahora, no se puede culpar a Lynch de su decisión, pues Leroy Smith tenía una altura de 2 metros, y Jordan solamente 1,78 m.
Puede haber talento, pero definitivamente que la determinación para llegar a la meta, es la que marca la diferencia... 

05 enero 2014

Romanos 8:28-31

Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito. 
Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo,  para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, a ésos también llamó. A los que llamó, a ésos también justificó. A los que justificó, a ésos también glorificó. ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como éstas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?

01 enero 2014

2 Corintios 3:5-6

No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios. Él nos capacitó para que seamos ministros de su nuevo pacto. Éste no es un pacto de leyes escritas, sino del Espíritu. El antiguo pacto escrito termina en muerte; pero, de acuerdo con el nuevo pacto, el Espíritu da vida.