Buscar...

18 marzo 2015

Mateo 20:1-15

El reino de Dios es como el dueño de una finca que salió bien temprano a contratar trabajadores para trabajar en su viñedo. Se puso de acuerdo con ellos en el pago por día de trabajo y los envió a trabajar en su viñedo. 

Casi a las nueve de la mañana salió de su casa y vio a unos hombres que estaban en la plaza de mercado sin hacer nada. Les dijo: 'Ustedes también deberían ir a trabajar en mi viñedo y les pagaré lo justo'. Así que ellos fueron a trabajar allá. 

Una vez más, salió de su casa como al mediodía y de nuevo como a las tres de la tarde, y contrató a más trabajadores. Cuando eran las cinco, salió de su casa y encontró a otros desocupados en la plaza de mercado. Él les preguntó: '¿Por qué ustedes no hacen nada en todo el día?' Ellos le dijeron: 'Es que nadie nos da trabajo'. Él les dijo: 'Ustedes también deberían trabajar en mi viñedo'. Cuando se hizo de noche, el dueño le dijo al encargado: 'Llama a los trabajadores y págales. Empieza desde los últimos que se contrataron hasta los que se contrataron al principio'. Entonces, vinieron los que se habían contratado a las cinco de la tarde y cada uno recibió el pago de un día. Cuando llegaron los primeros que se habían contratado, creyeron que les iban a pagar más, pero recibieron el mismo pago. Lo recibieron y empezaron a quejarse con el dueño del terreno. Decían: 'Los últimos que se contrataron sólo trabajaron una hora y usted les pagó lo mismo que a nosotros que trabajamos todo el día aguantando el calor'. El dueño le contestó a uno de ellos: 'Amigo, yo no soy injusto contigo. ¿No nos pusimos de acuerdo en que yo te daría el pago por un día de trabajo? Toma lo que es tuyo y vete a tu casa. Al último que contraté quiero darle lo mismo que te pague a ti. ¿No tengo derecho de hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O es que estás celoso porque soy bueno con los demás?

No hay comentarios: