Cuando oramos conforme a la verdad presente en el Nuevo Pacto, mostramos que estamos alineados con Su Propósito Eterno; en otras palabras, su
Reino se manifiesta a través de nosotros. Debemos orar a Dios con base en Su Palabra, expresando
Su voluntad en lo que Él ha hablado. Cuando
Dios le dio al ser humano dominio sobre la tierra, Él le dio la libertad de
legalmente funcionar como su autoridad. No obstante, debemos recordar que ningún
ser humano puede funcionar apropiadamente o alcanzar todo su potencial fuera de
la voluntad de Dios, porque fuimos diseñados
para movernos en alineación con los planes de Dios. Así como el creador
de un producto sabe cómo lo diseñó para que funcionara, Dios sabe cómo nosotros
debíamos funcionar, y ha provisto ese conocimiento en Su Palabra. Por
consiguiente, como ya hemos visto, la
clave para la oración eficaz yace en el entendimiento del propósito de Dios
en general y como individuos en particular, el cual, siempre nos va a conducir
(el propósito de Dios) a la gloriosa manifestación de Su Reino. De esta forma,
la voluntad de Dios llega a ser la autoridad de nuestras oraciones: “Y, como
sabemos que él nos oye cuando le hacemos nuestras peticiones, también sabemos
que nos dará lo que le pedimos” (1 Juan 5:15 - NTV). La verdadera oración manifiesta lo que Dios ya ha propuesto y
predestinado. El propósito de Dios debe ser tanto la motivación como el
contenido de nuestras oraciones. En otras palabras, El propósito de Dios es la "materia prima" de la oración.
Sin la Palabra de Dios, nuestras oraciones no tienen fundamento. Éstas estarían
basadas meramente en nuestras opiniones, deseos y sentimientos, y no en "la
eterna y viviente Palabra de Dios" (1 Pedro 1:23). Tales oraciones son
insuficientes para efectuar un cambio.
Todo el poder de Dios está a la disposición
de la persona que efectivamente ora. Dios quiere usar Su poder en el mundo; sin
embargo, para que Él lo haga, nosotros debemos entender cómo apropiarnos de Su
Palabra al pedirle cualquier cosa en oración, y decretar proféticamente por el
Espíritu la manifestación poderosa de Su Reino en cada una de las áreas que se
nos muestren:
“Y el Espíritu Santo
nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere
Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con
gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce cada
corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por
nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios. Y sabemos que Dios
hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son
llamados según el propósito que él tiene para ellos. Pues Dios conoció a los
suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que
su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos. Y, después de haberlos elegido,
Dios los llamó para que se acercaran a él. Y, una vez que los llamó, los puso
en la relación correcta con él. Y, luego de ponerlos en la relación correcta
con él, les dio su gloria” (Romanos 8:26-30).
A pesar de que la oración, en realidad, es
muy simple, puesto que es enunciar la Palabra de Dios exactamente como Él nos
la dio, hay quienes han asumido una actitud religiosa y conformista al respecto,
concibiendo a la oración como el momento en donde le damos a Dios nuestra lista
del mercado o de quejas. No obstante, por su sublime gracia, a nosotros se nos
ha revelado cómo debemos orar conforme al pacto vigente: con una
mentalidad de gobierno, proclamando la verdad presente en la Palabra de
Dios, y decretando proféticamente para este tiempo lo que el Espíritu dice,
manifestando así Su Reino... Así que:
“Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión…” Efesios 6:18
4 comentarios:
La gracia regeneradora pone a orar a la gente...
Así es, mi hermana Sulma! La religión se ha encargado de convertir la oración en una pesada carga... Nuestra oración como ministros competentes de un nuevo pacto es para que se pueda revelar al Cuerpo de Cristo el poder que hay en orar sin cesar. Bendecida siempre y en todo!!!
Muy buena esta palabra como plan. para nuestras vidas cristianas y cotidianas BENDICIONES
Si permaneceis en mi y mis Palabras permanecen en vosotros, pedid lo que querais y os será hecho. Juan 15:7
Publicar un comentario