Pues Cristo
no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio (anunciar las buenas
nuevas), no con palabras elocuentes, para que no se haga vana la cruz de
Cristo. Porque la palabra de la cruz es necedad para
los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios. Porque está escrito: "DESTRUIRÉ LA SABIDURÍA DE LOS SABIOS, Y EL
ENTENDIMIENTO DE LOS INTELIGENTES DESECHARÉ." ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que sabe
discutir en este siglo (mundo)? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este
mundo sea necedad? Pues ya que en la sabiduría de
Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a
Dios mediante la necedad de la predicación salvar a los que creen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario